
Mami dice que yo los ponía en mi cama y con toda la paciencia del mundo, los doblaba uno a uno… y es que tantas veces he escuchado esta “gracia mía” (entrecomillas), que sin recordarlo, me acuerdo de todo… y sonrío como idiotita como si de otra niña se tratase pero Ay! Qué linda mira, tenía mi gracia! y me siento ridícula al reaccionar y recordar que este chiste no es más que mío…
Me hubiera gustado contratar a esa enana para que venga sólo los sábados a lavar, doblar y planchar toda mi ropa… sólo los sábados… y si es gratis, mejor…
Qué abuso!!!
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